Dificultades del aprendizaje, procesos de enseñanza-aprendizaje, escuelas de padres, metodologías pedagógicas, técnicas de estudio, dislexia, tdah, ABN, modificación de conducta, lectoescritura, etc...
Hoy es el
dia… ese día tan esperado para poder disfrutar las vacaciones de Navidad con
nuestros seres queridos, pero taaaaaan
temido por muchos otros, verdad? Hoy es el día de las broncas, los “¿por qué?”,
los “¿que pasó en mates?”, “¿Y en lengua?”...
Hoy es el
día en el que los niños llegan con el boletin de notas a casa.
Que triste y
que decepción que resumamos todo el aprendizaje de un trimestre a un simple
número, un número que muchas veces no se corresponde con la realidad.
Recordemos
que son niños, que muchas veces ya en 1º o 2º de primaria llegan con notas que no siempre gustan… Pero y mi pregunta es…. ¿Qué necesidad hay de
valorar a un niño con un número a los 6 años? ¿Donde quedaron esos P.A
(Progresa Adecuadamente) y los N.M (Necesita Mejorar) de nuestra niñez? Que
muchos dirán que un 4 y un N.M es lo mismo… pues no! Un “necesita mejorar” es
eso, un necesita mejorar… ¿porque tenemos que ser tan poco pedagógicos con un
3`76 en lengua de 1º de primaria? Me gustaría saber como se llega a esa
conclusión de puntuar con decimales…
Si de algo
estoy segura es que ningún niño es perfecto en todo… o acaso los adultos lo
somos? No le exijamos de más, un adulto no es un experto en lengua, en
naturales, en pintura y en matemáticas, verdad? Pues no podemos exigirle a los
niños que lo sean.
En una clase
hay muchas disparidades de notas y visiones: a un futuro pintor no le va a
servir de mucho ser un genio con las raíces cuadradas, igual que a un
matemático le dará igual tocar bien o mal la flauta y conocer todas las notas.
Del mismo modo ese niño que será un gran historiador, de poco le servirá saber
formular y reconocer todos los elementos de la tabla periódica…
Con esto no
quiero decir que no le deamos importancia a las notas, pero sí que podemos
relativizar… o no? Tengamos en cuenta la
carga de deberes, exámenes y actividades que tienen, pensémoslo, y después
valoremos si un adulto sería capaz de llevar ese ritmo de trabajo… porque sí,
desde hoy y hasta el día 9 de enero no vuelven a clases…. ¿Pero cuantos
realmente no trabajarán nada de nada? ¿Cuantos deberes hay para las vacaciones?
Cuando los
adultos tenemos dos semanas de vacaciones… nos aseguramos de no hacer
absolutamente nada relacionado con nuestro trabajo… por qué se lo exigimos a
ellos?
Os dejo un
vídeo que merece mucho la pena verlo… nos sorprenderá el final!
Asíque a
partir de hoy, y después de valorar las notas de los niños, valoremos la
importancia que le hay que dar: dejemos a los niños ser niños, y ser felices…
Al fin y al cabo, eso será lo que recuerden de su infancia.
Y ahora sí,
yo os pongo deberes a niños y padres para estas vacaciones:
Pasar
tiempo juntos.
Reír.
Leer
un libro.
Ver
una peli en familia.
Salir
a pasear por el bosque.
Ir
a ver las luces navideñas de una ciudad cercana.
Septiembre
es un mes de cambios: el inicio de curso trae consigo cambios de profes, de
colegios, e incluso de métodos de enseñanza – aprendizaje. Muy relacionado con
esto está el Método ABN, una nueva práctica a la hora de enseñar y aprender
maemáticas. Un nuevo método que se está instaurando en los colegios de infantil
y primaria de España.
El ABN es un
método de aprendizaje de matemáticas en el que es posible calcular de diferente
forma, de una forma más motivadora, más fácil y que está más conectada con el
pensamiento de los niños, más relacionada con sus experiencias y con sus
futuras necesidades. Estas son palabras de Jaime Martínez Montero, el creador
de este nuevo método.
El ABN es
una herramienta muy eficaz y actualmente está siendo implantada en cada vez más
centros educativos tanto de España como a nivel internacional.
Este método
está basado en cuatro pilares fundamentales:
Entender lo que se hace: Se pretende
que los alumnos entiendan lo que hacen en todo momento, con realidades
concretas.
Trabajar con referentes: Se trabaja
con algo que el niño comprenda, con objetos concretos.
Cálculo abierto: Cada niño va
avanzado y resuelve los cálculos de la mejor manera que este sepa, paso a paso.
Cada niño lo puede resolver de manera diferente pero todos llegarán a un
resultado final común.
Ser fiel a los sistemas y métodos de
cálculo: Intentar trabajar los algoritmos de la misma forma.
¿Qué significa eso de A – B – N?
ABN son las
siglas de Algoritmo Abierto Basado en Números.
Abierto: porque se adapta a cada niño, cada
alumno utiliza sus propias estrategias para llegar a un resultado final común:
resuelve los cálculos de la forma más segura para él, de esta forma los más
hábiles lo harán en pocos pasos y los menos hábiles necesitarán más pasos, pero
todos llegan al mismo resultado sin ningún problema.
Basado en Números: está basado en cantidades
completas, a diferencia del método tradicional que está basado en cifras.
¿Cómo se trabaja?
Numeración: Este
nuevo método no requiere trabajar una numeración distinta al tradicional, pero
sí trabajarla desde otra perspectiva para lograr que el alumno le dé sentido al
número y lo comprenda. La base del
cálculo en el ABN es que el alumno entienda el número y las combinaciones que
puede hacer con ellos. No se trata de aprender reglas y trucos para calcular,
sino de entender lo que están haciendo.
Conteo: Antes
de trabajar sobre papel y lápiz, debemos aprender manipulando objetos que nos
rodea, nuestras realidades y descubriendo las diferentes relaciones matemáticas
que existen: lo contamos todo, contamos sillas, mesas, juguetes, niños de
clase, dedos de las manos, lista de asistencia, calendario, etc...
Con la recta
numérica hacemos diversas actividades:
1.Nos situamos en el número….
2.Nos situamos entre el número “X” y el
número “Y”.
3.¿Cuánto falta para llegar a…?
4.Andamos por pares o por impares.
5.Andamos hacia delante o hacia atrás.
Con la tabla
del cien podemos hacer crucigramas matemáticos, contamos por decenas completas,
etc…
Trabajamos
el concepto de mayor y menor que…
Unidad y
Decena: una vez que el niño sabe la
noción de número hasta el 9 y su representación (usando palillos) se trabaja el
número 10. Se unen 10 palillos atados al que llamamos decena. Y seguimos realizando diversas actividades
con el resto de decenas:
Dictados de números sobre la recta
numérica con las decenas de palillos.
Contar hacia delante y hacia atrás.
Composición y descomposición de
números.
Dado un número decir el anterior y el
posterior.
Contar de 2 en 2, de 3 en 3, etc.
Amigos del 10: Formar todas las combinaciones posibles para
obtener la decena: con representaciones de palillos, con los dedos de una mano,
con juegos, etc…
¿Cómo es el paso de la
manipulación a la representación gráfica para preparar las sumas ABN?
Representamos los números con objetos: palillos, fichas,
gomets…
Con los objetos sobre el papel anota de rojo la decena y
de azul las unidades.
Prescindimos de la recta numérica y en bandejas separadas
representamos el número con objetos (lo
más común es con palillos).
Representamos el número con objetos en una única bandeja y
anotamos en el papel los número con rojo (D) y azul (U).
Cuando adquieren cierta agilidad mental en la suma y resta de
cantidades pequeñas, se hace necesario aprender un cálculo práctico para las
cantidades mayores. Para ello se empieza calculando con los “atillos del 10” (son 10 palillos atados con una goma) y palillos
sueltos sobre la recta numérica. Después se trabaja con palillos y rejilla, aquí se van dando los pasos ayudándonos de los palillos sobre la rejilla. El siguiente paso será incluír los números y ayudarnos de palillos para resolver las operaciones. Finalmente los niños serán capaces de prescindir de los palillos y realizar los cálculos sólo con la rejilla.
Al final los niños realizarán los cálculos en rejillas
pasando de unas columnas a otras cantidades completas hasta llegar a la
solución. Parece muy complicado por que
nosotros venimos de un modelo tradicional, pero para ellos una vez
aprendido es muy sencillo. Aquí os dejamos un pequeño vídeo de un niño realizando una suma de tres dígitos, este sería el resultado final, después de usar material manipulativo, palillos, bandejas, rectas numércias, tablas del cien, etc...:
¿Por qué debemos cambiar de método?
¿Donde está el problema en el método tradicional? El problema de base es el sistema de cálculo, ya que si cogemos un problema en una aula de hace 20 años y un problema en una aula actual que use el método tradicional puede no variar nada.
El método tradicional se originó adaptando el ábaco al cálculo. La finalidad era que el alumno aprendiera a calcular. Hoy en día esta finalidad no tiene sentido ya que el objetivo actual es desarrollar las capacidades del alumnado por medio del cálculo. La clave del ABN está basada en la utilización de la recta numérica y la tabla numércia. Esta tabla permite contar de 10 en 10, trabajar los complementarios, etc...
Comparación del método tradicional y
el método ABN
El método tradicional…
Parte de situaciones irreales que
están plasmadas en libros y cuadernillos.
Es un cálculo puramente memorístico,
posicional e inflexible.
Las operaciones básicas siempre
llevan llevadas.
Las operaciones: reglas y pasos
imposibles de adaptar a alumnos con necesidades educativas especiales
Impide la estimación.
Dificulta la resolución de problemas
y existe un bajo rendimiento en las pruebas de evaluación.
Es la asignatura que menos gusta en
el ámbito escolar.
El método ABN…
Parte de situaciones reales y
relacionadas con las experiencias del niño.
Sustituye el cálculo posicional por
el cálculo abierto.
Elimina las temidas “llevadas”.
El alumno adapta las operaciones a su
nivel de dominio en el cálculo.
Mejora la estimación y el cálculo
mental.
Se aumenta notablemente la capacidad de
resolución de problemas.
Hay un crecimiento efectivo de la
motivación y un cambio muy favorable a la actitud de los niños.
Dudas sobre el cambio de método y
sobre el ABN más comunes
Si mi hijo
empieza con el método tradicional, ¿se puede cambiar al ABN? Si, los niños que
empiezan con el método tradicional no desechan sus aprendizajes, sino que los
usan para usarlos en un contexto más amplio y más comprensivo. Es una
transición muy fácil de hacer.
¿Se puede trabajar los dós métodos a
la vez, el ABN y el tradicional? No, es contraproducente.
O se usa un método o el otro, de otra forma crearíamos más confusión en
los niños.
¿Si empiezan con ABN y al próximo
curso su docente se niega a seguir con ABN y prefiere el método tradicional,
que pasa? Esta es
una situación muy común, pero los niños aprenderían rápidamente el método
tradicional, además, al tener una base de ABN harán las cuentas y las
operaciones de una manera más rápida y más eficaz. Despues de ser capaces de
desarrollar un cálculo tan complejo como el ABN, enfrentarse a situaciones más
sencillas es muy fácil para ellos.
¿Cómo ayudo a mi hijo si no me entero
de cómo suma?Esta es
el mayor miedo por parte de las familias, pero es tan fácil como que los
profesores de nuestros hijos nos expliquen de qué va esto del ABN. Al fin y al
cabo una persona adulta es capaz de interiorizar algo tan sencillo, a lo mejor
al principio nos cerramos en banda porque tenemos interiorizado el método
tradicional, pero es algo sumamente fácil.
¿No es ir demasiado deprisa con el
ABN?Y a esto se
contesta con otra pregunta… ¿frenaríais a un niño que va muy adelantado en la
lectura o la escritura? Además, hay que tener en cuenta *que todo lo aprendido
es sobre realidades y experiencias de los propios niños. No es lo mismo
trabajar con materiales manipulativos que con fichas, libros y cuadernillos. Si
hay una base en la que se entiende lo que hacen avanzan sin dificultad.
En entradas posteriores daremos más ideas para ponerlo en práctica, mostrando más material manipulativo, el paso a paso, como utilizar según qué material, etc...
Recordad que el propósito de este método es conseguir unas matemáticas más divertidas y fáciles, con menos incomprensión y más motivación. A día de hoy los resultados de este método están muy constrastados, ya que ya va por el noveno curso académico, y al comparar los niveles de grupos que trabajan con el método tradicional y grupos que trabajan con el método ABN, los resultados son asombrosos.
Un blog en el que trataremos
temas educativos, pedagógicos y como no, a veces controvertidos. Hablaremos sobre diferentes dificultades del aprendizaje, modelos pedagógicos, deberes
infantiles, nuevo modelo ABN en el aprendizaje de matemáticas, lectoescritura, TDAH, etc…
Para ello queremos empezar con un tema un tanto delicado: la
dislexia, esa gran incomprendida: incomprendida por la escuela, incomprendida
por la sociedad y muchas veces incomprendida por las propias familias y
alumnos.
La dislexia es una dificultad en la lectoescritura que afecta
a un gran número de niños y niñas, por eso está cobrando gran relevancia en el
terreno escolar. Pero nos tenemos que
plantear si esta dificultad afecta sólo al niño o niña en cuestión, o afecta a
su círculo escolar más cercano. En España, nuestra legislación educativa
defiende una “Atención a la diversidad”, pero en la realidad parece que
seguimos poniendo unas metas que todo el alumnado tiene que superar por igual,
por lo tanto, a los afectados por dislexia se les llega a considerar como vagos
o despistados. La falta de formación en el profesorado, los diagnósticos
prematuros, y la incompetencia del sistema educativo hace difícil una buena
actuación con estas dificultades del aprendizaje escolar que llevan a un
fracaso escolar muy evidente.
Antes de seguir… ¿Qué es eso de la dislexia?
La dislexia, definida de forma sencilla, es el problema para
aprender a leer que existe en niños cuyo cociente intelectual es normal y no
aparecen otros problemas físicos, pedagógicos o psicológicos que puedan
explicar estas dificultades.
La dislexia es unaDificultad Específica del Aprendizaje
(DEA), término que hacer referencia a un gran grupo heterogéneo de trastornos
en las dificultades en la adquisición y uso de habilidades de escucha, habla,
lectura escritura, razonamiento o cálculo. Estos trastornos pueden manifestarse
a lo largo de la vida.
Teniendo en cuenta su carácter específico, los niños
disléxicos son niños inteligentes, que solo presentan dificultades relacionadas
con la lectoescritura
Tenemos que tener en cuenta que cada niño es un mundo,
también en la adquisición de la lectoescritura. Por ello, no todos los niños disléxicos tienen las mismas
dificultades, de esta forma es muy recomendable una evaluación exhaustiva para
elaborar una intervención lo más personalizada posible.
¿Cuándo una persona NO es disléxica?
Cuando existe retraso madurativo o intelectual.
Cuando la dificultad es debida a defectos de
visión.
Cuando hay alguna discapacidad psíquica o
física.
Niños en situaciónes ambientales desfavorables.
Niños con dificultades para adquirir la
lectoescritura, las cuales desaparecen por sí solas o tras una breve
intervención.
Las personas con dislexia NO leen al revés.
La dislexia no es una enfermedad.
Entonces… ¿cómo sé si mi hijo/alumno
tiene dislexia?
Antes de nada, no debemos hacer diagnósticos prematuros.
Hasta los 7 u 8 años tanto niños sin dislexia como niños con dislexia pueden
llegar a presentar los mismos síntomas ya que están en plena etapa de la
adquisición de la lectoescritura. A pesar de ello, una prevención anterior es
muy importante: en caso de que se vean síntomas en edades anteriores es
conveniente realizar una prevención para paliar los efectos de una posible
futura dislexia o bien para mejorar y beneficiar los procesos de lectoescritura
del propio niño o niña.
Algunos de los síntomas y signos de la dislexia son los
siguientes:
(antes de seguir, es importante recalcar que no todos los
estudiantes con estas dificultades tienen que tener dislexia: para cualquier
duda es recomendable comentarlo con el equipo de orientación del colegio, ya
que los pedagogos y logopedas son los únicos especialistas que pueden confirmar
el diagnóstico mediante pruebas específicas de lectura, escritura y lenguaje).
Retraso en el aprendizaje del lenguaje.
Confusión en la pronunciacion de fonética
similar.
Alternancia de días buenos y días malos en el
trabajo escolar.
Dificultad notoria para aprender a leer y a
escribir.
Dificultad para distinguir izquierda de derecha.
Dificultad para retener secuencias: el
abecedario, la tabla de multiplicar, días de la semana, meses, etc…
Escritura marcada por: omisiones, adiciones de
letras o alteración en el orden de las letras.
Dificultad para copiar cuidadosamente.
Persistente tendencia a escribir números en
espejo.
Dificultad para aprender rimas.
Errores ortográficos.
Aversión a la lectura y a la escritura.
En la lectura:
Falta de ritmo.
Lentitud.
Omisión de los signos de puntuación.
Dificultad de seguir la lectura.
En la escritura:
Inversiones de letras en espejo.
Mezcla de mayúsculas con minúsculas.
Agrupaciones y separaciones incorrectas
(yovivoen un lugar cerca dela pla ya)
Coordinacion manual baja.
Inversiones en los números (27 por 72).
Confusión de números de sonido parecido ( 60 por
70)
Dificultad para expresarse con las palabras
adecuadas.
Dificultad en los tiempos verbales.
¿Qué hago para ayudar a mi hijo /
alumno?
Ante la sospecha de que un niño o niña presente dislexia
podemos hacer una serie de actividades que mejorarán su nivel lectoescritor.
Tanto si tiene como no finalmente dislexia, estas actividades serán igual de
beneficiosas para facilitar el aprendizaje de la lectoescritura.
Ejercicios de Conciencia Fonológica: Pretenden mejorar la
habilidad de representar y operar mentalmente con sonidos del lenguaje.
Ejercicios de Conciencia silábica: segmentar palabras en
sílabas, omitir sílabas en palabras, sustituir sílabas, encontrar sílabas
oralmente, identificar que sílaba se repite en diferentes palabras, juegos tipo
“veo-veo”, ordenar sílabas para formar palabras, completar palabras, etc.
Ejercicios de Conciencia fonémica: segmentar en fonemas,
omitir fonemas, sustituir fonemas, encontrar sonidos ocultos, identificar
sonidos que se repiten en diferentes palabras, discriminación auditiva,
ejercicios de ordenar letras para formar palabras, juegos tipo “el ahorcado”,
etc.
Ejercicios de Conciencia Léxica: Contar mentalmente las
palabras de una frase, omitir una determinada palabra de una frase, sustituir
una palabra en una frase, separar frases escritas en palabras, escribir
oraciones con un número mínimo de palabras, etc…
Ejercicios compensatorios de deletreo, sopas de letras o
rimas: ejercicios de deletreo de palabras, actividades con rimas, juegos de
letras tipo Scrabble, crucigramas o sopas de letras, etc.
Ejercicios de orientación y discriminación visual de
símbolos o grafemas: discriminación de sílabas o grafemas, encontrar el grafema
o sílaba igual al modelo.
Para finalizar…
Es muy importante ponernos en el lugar del niño o niña
afectado, entenderlo, apoyarlo, comprenderlo y animarlo. Tenemos que entender
que el niño disléxico pone tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que
tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar ese
tipo de tareas. Los padres y profesores pensaremos que es puro desinterés y los
presionamos, sin comprender que ellos se sienten como si de repente cualquiera
de nosotros nos encontrásemos de repente en una clase de escritura china, árabe
o rusa. Para ello ayudémosles a organizar su aprendizaje, olvidémonos de
remarcar constantemente sus errores, enseñémosles a disfrutar de la lectura, y
sobre todo seamos su apoyo y no su tormento.